LA IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN PARA SER MEDIADOR

La importancia de la actualización en el docente es básica, surgiendo prioritario identificar y realizar un análisis de las metodologías utilizadas y el nuevo paradigma de la educación que actualmente se pretenden llevar. Cabe mencionar que de acuerdo a la lectura " La comunicación en el salón de clases" de David Fregoso Franco ninguna metodología resulta obsoleta, todas van complementándose y adecuándose a las necesidades actuales de la educación con el fin de lograr un equilibrio moviendo al alumno en su proceso de su aprendizaje (conocer, hacer, ser y convivir). El éxito o fracaso dependerá de la comunicación que el docente desarrolle en su aula escolar, su papel como mediador consistirá en buscar las estrategias adecuadas que favorezcan la competencia comunicativa. Para lograrlo identificará los estilos de aprendizaje (círculo, cuadrado, estrella y triángulo) y de comunicación (agua, fuego, tierra y aire) de sus alumnos.

Analizando los estilos de comunicación, personalmente, nos identificamos como el estilo “aire”, el cual se caracteriza por ser ordenado, destacando su capacidad para encontrar soluciones lógicas y racionales, por lo que dichas características en ocasiones influyen en nuestro papel como docentes ya que de manera inconsciente queremos que los alumnos vayan a nuestro ritmo y nos desespera no lograr las metas propuestas.

La comunicación es pieza clave para la enseñanza ya que se podrá entender y ser entendido. El determinar a qué estilo de comunicación pertenece cada uno de nuestros alumnos será fundamental para su proceso de aprendizaje, pues nos debe quedar claro que cada estilo tiene determinada característica, que al identificarlas, se crearán las estrategias adecuadas para lograr un aprendizaje significativo. Por ello es necesario reconocer que los estilos agua: se comunican cuando les sonríes, con cariños y paciencia. A los estilo fuego: sin tanta formalidad, tranquilamente y directo. A los tierra y aire: con tranquilidad, amabilidad, concretamente, con respeto, dejando claras las metas y objetivos. Contrariamente a esto, los estilos agua no se comunican cuando: los ignoran, los agreden o les demuestran indiferencia. A los estilos fuego les disgusta que no sean concretos, que hables demás en un tema, se les dificulta llevar una secuencia y el orden. Por otro lado a los tierra y aire: no les gusta que les hablen agresivamente y sin rodeos.

Como conclusión podemos decir, que lo que debemos de hacer, es un autoanálisis del docente, reconociendo fortalezas, debilidades, así como estilos de comunicación y aprendizaje. Posteriormente realizar un diagnóstico del grupo para identificar los diferentes estilos y con base a esto buscar las estrategias adecuadas para atender los diferentes estilos y lograr un aprendizaje significativo. Finalmente evaluar qué tanto están dando resultados las estrategias aplicadas para continuar o volver a formular.

Por otro lado, lo que nos hemos propuesto dejar de hacer es imponer nuestro estilo, evitar desesperarse cuando no se tienen los resultados esperados a pesar de que el alumno si tenga o muestre avances.
Lo que nos ha quedado claro es que el docente debe ser mediador en el proceso de aprendizaje, utilizar estrategias de comunicación como el parafraseo, la importancia de aplicar un diagnóstico de los estilos de comunicación.

Por último concluimos que necesitamos aprender más acerca de la planeación entrelazando los cuatro estilos de comunicación y aprendizaje; también, hacer un autoanálisis periódicamente, así como actualizarnos constantemente para no caer en lo monótono y tradicional.

Cintia

Leticia

Jazmín